Violencia / Ternura
Violencia y ternura es el punto de inicio de una exploración de lo opaco a través de lo extremadamente visible. Empieza con imágenes irónicas y formas de expresión personal (¡con armas!) que no solamente representan una mezcla explosiva de agresividad e inseguridad, sino que también reflejan cierta obsesión por la autenticidad y la intimidad, expresada —paradójicamente— a través de la máxima artificialidad y opacidad infraestructural.
Los hábitos visuales contemporáneos —a menudo centrados en la exhibición de cuerpos y en la expresión repetitiva e hiperacelerada— son en realidad un espejo de transformaciones mucho más profundas en las estructuras del poder.
En las últimas ediciones, DONE ha empezado a investigar estas mutaciones, analizando cómo jerarquías sociales y tecnológicas existentes se mezclan con nuevas y complejas infraestructuras de control basado en la visión. En el ecosistema de la imagen contemporánea, estas transformaciones adquieren a veces formas extrañas, inquietantes y hasta incomprensibles, dando la sensación de que ya no hay distancia entre extremos irreconciliables.
Un caso emblemático es precisamente el de las imágenes de violencia incrustadas en formas aparentemente inocentes de autorrepresentación en las redes sociales, desde las historias de dolor, violencia psicológica o autolesionismo disfrazadas de memes, hasta la sexualización de la propaganda militar como extremización de una suerte de “militarismo comunicativo”.
Estas imágenes son capaces de infiltrarse en la intimidad de feeds, canales y grupos de usuarios como yo, tú o el vecino de la puerta de al lado. En realidad, esta cultura visual efímera y escurridiza es solo la parte inmediatamente reconocible de una mutación más compleja de la esfera pública tecnológica, en la cual ojos humanos conviven con infraestructuras de visión automatizada como sistemas de gestión.
DONE lanza una propuesta aparentemente contraintuitiva: considerar nuestros rostros, cuerpos y voces no solamente como expresión de los deseos o miserias humanas, sino como parte de unas infraestructuras a escala planetaria diseñadas para extraer inteligencia humana y no humana, administrar sistemas de control y, finalmente, desaparecer sin dejar rastro.
El objetivo de esta sexta edición de DONE es mostrar cómo artistas e investigadorxs independientes desarrollan estrategias para abordar ambos lados del problema. Algunxs documentan de manera ingeniosa lo que ocurre (y desaparece) en la superficie de las redes contemporáneas.
Otrxs se aventuran en una exploración de la propia infraestructura en busca de huellas, grietas o incongruencias, por ejemplo dando voz a los relatos anónimos de lxs moderadorxs de las redes sociales, o adentrándose en los sistemas de gobernanza óptica de personas, animales, plantas y geologías a escala planetaria.
A través de una serie de presentaciones de proyectos, breves pases de vídeos y sesiones de intercambios de imágenes e ideas, Violencia y ternura sugiere que todas estas cuestiones son regiones de un mismo territorio.
En él los extremos se solapan y se funden, dando lugar a nuevas expresiones visuales que piden ser descifradas si se quieren entender las formas de poder —y resistencia— inéditas. Ante estos retos, buscamos el camino más arduo: en vez de reivindicar ingenuamente menos ambigüedad, más “verdad” y más transparencia, nos preguntamos si la experiencia de estos tiempos convulsos nos puede preparar para otro tipo de artificialidad —tanto estética como tecnopolítica— que sea emancipadora y auténticamente igualitaria.